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Fuente: Pixabay: sandid
Bollos caseros de dátiles
El aroma que inunda la cocina cuando estos bollos se doran es tan delicioso como su sabor.
Ingredientes
- 11⁄2 tazas Harina común
- 1⁄2 taza harina de trigo integral
- 1⁄4 taza azúcar cristal
- 1 cucharada levadura en polvo
- 1⁄4 cucharadita sal
- 1⁄2 taza Mantequilla sin sal, enfriada y cortada en dados
- 3⁄4 taza Dátiles picados
- 1⁄2 taza Leche entera
- 1 huevo ligeramente batido
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Procedimiento
Precaliente el horno a 220°C (425°F). Según mi experiencia, precalentar bien el horno es un factor clave para conseguir una corteza dorada ideal.
Mezcle la harina común, la harina integral, el azúcar, la levadura en polvo y la sal en un bol grande. Esta mezcla seca es esencial para los bollos, y mezclarla bien garantiza su consistencia.
Añadir a la mezcla la mantequilla fría cortada en dados. En mis muchos intentos, he descubierto que si mezclas la mantequilla con la harina con la punta de los dedos hasta que parezca migas gruesas, el resultado es un bollo más esponjoso.
A continuación, añada los dátiles picados. Asegúrese de que se distribuyen uniformemente para que la dulzura consistente en cada bocado.
Mezclar la leche y el huevo ligeramente batido y añadirlo a la mezcla de harina. Remover suavemente hasta que esté bien mezclado, no puedo dejar de recalcar lo importante que es no mezclar demasiado. Esto dará a los bollos una miga ligera y tierna.
Vierta la masa en una superficie ligeramente enharinada y amásela suavemente hasta que quede bien unida. Recuerde que cuanto menos manipule la masa, mejor.
Extienda la masa con un rodillo hasta que tenga unos 2 cm de grosor y córtela en redondeles con un cortador de galletas o un borde de cristal. Cada vez, encuentro que el uso de un cortador redondo produce los mejores resultados.
Colocar los bollos en una bandeja de horno, dejando unos 2 cm de espacio entre cada uno.
Hornear de 12 a 15 minutos, o hasta que los bollos estén dorados.
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El aroma que inunda la cocina cuando estos bollos se doran es tan delicioso como su sabor.
Precaliente el horno a 220°C (425°F). Según mi experiencia, precalentar bien el horno es un factor clave para conseguir una corteza dorada ideal.
Mezcle la harina común, la harina integral, el azúcar, la levadura en polvo y la sal en un bol grande. Esta mezcla seca es esencial para los bollos, y mezclarla bien garantiza su consistencia.
Añadir a la mezcla la mantequilla fría cortada en dados. En mis muchos intentos, he descubierto que si mezclas la mantequilla con la harina con la punta de los dedos hasta que parezca migas gruesas, el resultado es un bollo más esponjoso.
A continuación, añada los dátiles picados. Asegúrese de que se distribuyen uniformemente para que la dulzura consistente en cada bocado.
Mezclar la leche y el huevo ligeramente batido y añadirlo a la mezcla de harina. Remover suavemente hasta que esté bien mezclado, no puedo dejar de recalcar lo importante que es no mezclar demasiado. Esto dará a los bollos una miga ligera y tierna.
Vierta la masa en una superficie ligeramente enharinada y amásela suavemente hasta que quede bien unida. Recuerde que cuanto menos manipule la masa, mejor.
Extienda la masa con un rodillo hasta que tenga unos 2 cm de grosor y córtela en redondeles con un cortador de galletas o un borde de cristal. Cada vez, encuentro que el uso de un cortador redondo produce los mejores resultados.
Colocar los bollos en una bandeja de horno, dejando unos 2 cm de espacio entre cada uno.
Hornear de 12 a 15 minutos, o hasta que los bollos estén dorados.
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