Tarta de verano de mango y coco de la abuela

Precalienta el horno a 180°C, que es la temperatura óptima para la mayoría de los pasteles.

Engrasar un molde de 9 pulgadas con un poco de mantequilla y forrarlo con papel pergamino. Por experiencia, asegúrate de que el papel llegue hasta el borde del molde, ya que evita que se pegue y ayuda a desmoldar el pastel.

En un bol, mezclar la harina, el azúcar, el coco desecado y la sal. Yo sugiero tamizar la harina primero, ya que ayuda a crear un pastel más ligero y esponjoso.

En un bol aparte, bate la mantequilla ablandada y el azúcar hasta que se vuelvan cremosos. Según mi experiencia, esto introducirá más aire en la mezcla y mejorará la textura del pastel.

Añadir gradualmente los huevos, de uno en uno, a la crema de mantequilla y azúcar, asegurándose de que cada uno esté bien incorporado antes de añadir el siguiente.

Incorporar a la mezcla el extracto de vainilla y el mango troceado. Asegúrese de que los trozos de mango estén bien repartidos por toda la mezcla para que cada bocado tenga un toque de sabor afrutado.

Empezar a combinar las mezclas seca y húmeda, añadiendo lentamente la mezcla de harina mientras se añade intermitentemente la leche de coco. Remueve hasta obtener una masa homogénea.

Vierta la masa en el molde preparado, extendiéndola uniformemente con una espátula.

Hornear durante aproximadamente 60 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.

Deje que el pastel se enfríe en el molde durante unos 10 minutos y, a continuación, páselo a una rejilla para que se enfríe por completo.